De seta Machometi

Título alternativo
De origine, progressu et fine Machometi et quadruplici reprobatione prophetie eius Tractatus contra Machometum

Título traducido
Sobre la secta de Muhammad

Autor
Raymundus Martini

Fecha
ca. 1250

Género
Tratado

Lengua
Latín

Temática
Islam
Corán (falsedades)
Muhammad (biografía)
Hadiz
Tahrif (corrupción de las Escrituras por judíos y cristianos)
Poligamia y repudio
Milagros

Incipit
Ad ostendendum quod Machometusnon fuit uerus proheta uel Dei nuncius

Explicit
Oportet eos necessario recipere contra se de incorruptione Legis et Euangeliorum, quia de similibus idem est iudicium

Contenido

El objetivo del tratado es demostrar que Muhammad fue un pseudoprofeta. Para ello se establecen, en primer lugar, las cuatro condiciones que debe cumplir un profeta auténtico: ser veraz, ser puro y virtuoso, obrar milagros y poseer una ley que promueva el culto al Dios único, la concordia y la paz.
Pero antes de proceder a la evaluación de Muhammad y el Corán de acuerdo con estos parámetros, Martí traza una rápida biografía del personaje, basada en obras bien conocidas de la tradición musulmana: la Sîra de Ibn Hišâm y las compilaciones de ahadit de Al-Bukhari y Muslim. Evoca así los episodios del nacimiento, la boda con Hadiya, las revelaciones de Gabriel y la identidad y motivaciones de los primeros seguidores.
Viene a continuación la refutación sistemática del profetismo de Muhammad. El requisito de la veracidad es desmentido por la constatación de que el Corán contiene, junto con algunas afirmaciones ciertas, un gran número de errores manifiestos: sostener que María fue hija de Imram y hermana de Aarón, que la Tora y el Evangelio anuncian el advenimiento de Muhammad, que la crucifixión de Cristo fue aparente, que Dios es el origen del mal, que el Paraíso tendrá un carácter material y sensual, que el Juicio Final tendría lugar antes de cien años, y otras sentencias ridículas. La condición de la pureza moral está en abierta contradicción con el carácter libidinoso y pecador de Muhammad, como demuestran diversos detalles de su vida sexual. En cuanto a los milagros, el propio Muhammad reconoce en varios lugares del Corán que no le ha sido otorgada por Dios la facultad de obrar prodigios; el de la escisión de la luna, que se le atribuye tradicionalmente, debe entenderse como un signo futuro relativo al día del Juicio, no como un milagro de hecho. Por último, las leyes dictadas por Muhammad son en su mayoría malsanas. Martí pone el énfasis en las disposiciones relativas a la vida sexual: la poligamia, el repudio, el matrimonio temporal, la tolerancia del coito anal, del lesbianismo y del coitus interruptus etc, pero también menciona la transgresión de los juramentos y las prerrogativas de Muhammad sobre el botín.
Una vez demostrado que Muhammad es un falso profeta, Martí retoma el hilo biográfico, relatando con algún detalle las penalidades que sufrió (fue herido en la batalla de Uhud, hechizado y envenenado) y, en fin, su muerte, indigna de un profeta.
El tratado concluye con una refutación de la acusación a los cristianos de corrupción de las Escrituras (tahrif), hecha en términos semejantes a la que aparecerá en la Explanatio symboli apostolorum.
En conclusión, Martí demuestra un conocimiento islamológico bastante solvente, basado en la asimilación directa del Corán y los grandes monumentos de la tradición musulmana: Ibn Hisâm, al-Bukhari y Muslim. De los polemistas y apologetas cristianos, únicamente menciona a al-Kindi, pero parece claro que no manejó la versión latina de la Risalat incluida en el Corpus Islamolatinum, sino algún ejemplar en árabe. También es probable que utilizase el Liber Denudationis.
Por lo demás, el ataque contra Muhammad y la religión islámica se presenta aparentemente en términos claros, contundentes y racionalistas, pero resulta extraña la omisión de algunos puntos controvertidos, como, por ejemplo, la denuncia del yihad o el debate sobre el supuesto origen del islam como agregado de doctrinas y ritos judíos, cristianos y paganos.